Los padres del venezolano Francisco Verde estuvieron detenidos nueve meses en Texas porque las autoridades migratorias no podían ejecutar la orden de deportación que pesa sobre ellos, debido a la animosidad entre los gobernantes de Venezuela y Estados Unidos. Las autoridades les negaron las peticiones de asilo y un juez ordenó en mayo su deportación. Tras pasar nueve meses detenidos y sin poder ser deportados, finalmente este viernes ambos fueron liberados en suelo estadounidense con órdenes de presentarse en un tribunal.