Desde mucho antes de la llegada de la pandemia de Covid-19, padres cruzaban con sus hijos el puente internacional Simón Bolívar, que une a San Antonio del Táchira con la población de Villa del Rosario, departamento Norte de Santander de Colombia, en busca de vacunas. Si bien la crisis eléctrica puso en duda la custodia en la cadena de frío de los productos biológicos en el estado, la escasez de vacunas en el país causó un movimiento de madres con sus pequeños en busca de cumplir con el esquema de vacunación en Colombia. La falta de dosis de vacunas como las del neumococo, rotavirus, VPH, entre otras, hacen que los padres vayan al vecino país para tratar de garantizar la inmunización de los niños y jóvenes, pues estas no se consiguen en Venezuela desde finales de 2016 y quienes las tienen cobran altos costos por las dosis, ya que provienen del extranjero.