Las mujeres y niñas venezolanas refugiadas y migrantes en Colombia corren mayor riesgo de sufrir violencias de género por las condiciones precarias en las que se encuentran. Las mujeres y niñas provenientes de Venezuela, sobre todo aquellas en condición migratoria irregular, pueden verse obligadas a tener sexo por supervivencia, a prostituirse y a contraer matrimonios forzados por sus familias. Por otro lado, muchos de los alojamientos seguros para estas mujeres y niñas, han sido cerrados por la pandemia de la COVID-19, dejándolas sin alternativas para mantenerse alejadas de su agresor. Las mujeres y niñas venezolanas refugiadas y migrantes no cuentan con suficientes redes de apoyo en la comunidad receptora. Esto dificulta aun más el proceso de integración y el acceso a los canales de información sobre los servicios de atención en el país, colocándolas en una mayor situación de vulnerabilidad. Un informe de la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) indica que durante 2019 y 2020, la población venezolana presentó un mayor reporte de casos de violencias de género.