Cuando el alcalde del municipio Páez (Venezuela), José María Romero Chema, decidió de manera unilateral no recibir durante tres días a los venezolanos que desde Colombia llegan a Apure, se lo notificó a un funcionario de la alcaldía del municipio Arauca de Colombia. La reacción del alcalde araucano Benjamín Socadagüi Cermeño fue anunciarle al Gobernador del departamento Arauca, José Facundo Castillo Cisneros, que no podía aceptar migrantes venezolanos en su municipio hasta que se restableciera el corredor humanitario. A nadie se le ocurre creer, pero ocurrió, que el alcalde de un municipio pueda decidir unilateralmente, y sin consultar a las autoridades nacionales, la suspensión del corredor humanitario. En Venezuela la política exterior es decisión de la Cancillería con el presidente de la República, por lo que una orden así debió haber sido notificada por el ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela a las autoridades colombianas. Es a través del puente internacional José Antonio Páez, entre la población colombiana de Arauca y la venezolana de Apure que los migrantes llegan a la pequeña población de El Amparo para seguir a Guasdualito u otras localidades del municipio Páez.