Tres cuerpos de los cuales, uno al parecer sería el de una mujer, fueron tirados a las aguas del río Táchira, en inmediaciones del campamento improvisado de los indígenas Yukpa, que está en Nuevo Escobal y que limita con el municipio venezolano Pedro María Ureña. El coronel José Luis Palomino aseguró más temprano en rueda de prensa, que las autoridades venezolanas no habían querido levantar los cuerpos.