A raíz de la declaración de un gobierno de transición en Venezuela el 23 de enero de 2019 y la designación, a partir del 29 de enero, de representantes diplomáticos ante más de cuarenta países y organismos multilaterales, se produjo una situación de ruptura de relaciones de varios Estados con el gobierno representado por Nicolás Maduro, que no se limitó al ámbito diplomático, sino que, en algunos casos, se extendió a las relaciones consulares. Y esto generó tres tipos de representación consular: una, que está en los países que siguen reconociendo al gobierno de Maduro y donde se ofrecen todos los servicios “con la misma ineficiencia que se hacen los trámites en Venezuela”, denuncian ciudadanos de ese país. Dos, el consulado donde no hay representación del gobierno de Maduro porque se rompieron las relaciones diplomáticas y se reconoce al gobierno de transición; sin embargo, esas representaciones no pueden hacer trámites como expedir cédulas y pasaportes.Y la tercera, servicios híbridos: países que no reconocen a Maduro pero dejaron los servicios consulares y admitieron al gobierno de transición, poniendo a los ciudadanos en confusión porque no saben dónde hacer los trámites.