El analista en temas de fronterizos, William Gómez, lamentó que a nueve meses de la reapertura progresiva de la frontera entre Táchira y Norte de Santander, el desarrollo económico del eje San Antonio – Ureña siga estancado y en detrimento de la calidad de vida de sus habitantes, quienes ven como única opción la migración a otro país. Gómez recalcó que este escenario negativo no cambiará hasta tanto las autoridades gubernamentales apliquen en la zona un esquema o régimen económico especial, que permita la llegada de inversión y la producción y comercialización de productos nacionales e importados, que sean competitivos y de gran atractivo para el consumidor o mercado colombiano. “Para generar estos virajes y darle un reimpulso de desarrollo al eje, adicional a la propuesta de decretar la Zona Económica Especial Fronteriza, también existe una vía más rápida que es la de decretar una Zona de Libre Comercio e Industria Fronteriza, teniendo como ejemplos las existentes en Paraguaná, en el estado Falcón y la del estado Mérida”, subrayó.