Más de seis meses tienen los conductores de vehículos particulares sin surtir gasolina en las estaciones de servicio de la población de San Antonio, lo que los obliga a comprar el combustible colombiano que ingresa de contrabando o el venezolano que es revendido en las calles, a un precio promedio de 3 mil pesos el litro. Según se pudo conocer, a mediados de noviembre del año pasado fue la última vez que una estación de servicio nacional vendió combustible para carros particulares. Desde entonces, las tres bombas nacionales que están en la población están cerradas. La semana pasada hubo despacho en una Estación Internacional, con gasolina que estaba en depósito desde hace meses, pero únicamente se atendió a unos cien vehículos tipo taxi y otro número de mototaxis, los cuales figuran en el censo municipal del parque automotor. Dicha bomba tenía más de tres años sin vender combustible.