El grupo de aprendices del taller de cocina tradicional y jardinería están en la etapa de producción y comercialización de los productos que les permitirá obtener un capital semilla para mejorar la calidad de vida de las personas que se capacitaron, en su mayoría son población vulnerable, colombianos retornados, y migrantes venezolanos, manifestó Julio García Herreros, director de la Escuela Taller de Norte de Santander. “Estos oficios de las escuelas taller de Colombia del Ministerio de cultura cuentan con el apoyo de Banco Interamericano de Desarrollo, es básicamente un ejercicio que los aprendices se enfrentan a un entorno real del mercado, lo importante es que ellos van a mejorar la calidad de vida hay población vulnerable participando” informó García Herreros.