El flujo inverso para los migrantes que regresan desde el norte, en el marco de las duras restricciones para ingresar a suelo estadounidense, sigue en ascenso. La Red Jesuita con Migrantes (RJM) en la región centroamericana informó que a diario transitan por Costa Rica o Panamá, entre 70 y 100 personas, “buscando volver a su país de origen o seguir la ruta al sur”.
Este corredor migratorio de Centroamérica busca mitigar los impactos de este retorno forzado de personas hacia el sur y brindarles alimentación, asesoría y acogida durante su paso por esos trayectos.
Roy Arias Cruz, coordinador de fronteras de la RJM, dijo en el programa En Este País, de Radio Fe y Alegría Noticias, que el tránsito de migrantes venezolanos y de otros países de vuelta a Suramérica es un foco que debe llamar la acción de los gobernantes del continente.
Para Arias Cruz, la incertidumbre de retornar a países del sur “no ayuda”, pues estas personas llegan enfermas, defraudadas, frustradas y angustiadas, tras tanta inversión de tiempo y dinero.
Hay pueblos transitorios donde la gente está atrapada ante los altos precios para devolverse, ya sea por tierra o por mar, informó Arias Cruz.
En las fronteras siguen trabajando con las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que apoyan a los desplazados. “Hay mucha resiliencia de estos migrantes para sobreponerse ante condiciones tan adversas. Eso es lo admirable”, finalizó Arias Cruz.