Los cortes de electricidad retornaron a la frontera y agudizan la incertidumbre de los comerciantes que aún no han despegado, pese a la reapertura progresiva que se ha registrado desde el pasado 26 de septiembre. A más de seis meses de aquel primer paso, el casi 10% de los comercios que ha soportado las vicisitudes generadas por siete años de cierre, no ha visto alternativas que mejoren sus ganancias. En los últimos días, las suspensiones del servicio eléctrico se han acentuado en San Antonio del Táchira. Este sábado, por ejemplo, el casco central y otros barrios cercanos ya sumaban más de dos horas sin luz. A las afueras de algunos locales, las plantas estaban encendidas. El ruido provocado por el aparato se hacía más estridente por la soledad que reina en las calles del centro. “Los recibos del agua siguen llegando excesivamente altos. Nos quieren asfixiar”, dijo un comerciante. El sector ve con mucha preocupación que las fallas de los servicios, en especial los relacionados con Corpoelec e Hidrosuroeste, sigan acentuándose en un área tan deprimida y carente de incentivos por parte de las autoridades.