De acuerdo al informe Mujeres al Límite, publicado por la Red Nacional de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos (Redac), en octubre de 2021, ocho organizaciones feministas denunciaron, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la desprotección e invisibilización en la que se encuentran las mujeres y niñas venezolanas. Igualmente, las migrantes venezolanas se han visto expuestas, sobre todo durante la emergencia del COVID-19, debido a que el cierre de las fronteras exacerbó “las vulnerabilidades de las mujeres y las niñas”, lo que ha “acrecentado formas concretas de violencia de género (femicidio, violación, trata y otras formas de explotación sexual)” en su país de origen, durante el tránsito y en el país de destino de las migrantes, agrega el informe. Durante el proceso migratorio, desde la salida de Venezuela hasta la llegada al país de acogida, la xenofobia ha estado presente, con agresiones psicológicas y físicas cometidas por particulares e instituciones. Esto implica que la violencia sexual se encuentra presente en el proceso migratorio de las venezolanas, vinculado con la xenofobia y la hipersexualización de sus cuerpos. Según el estudio de Redac, contra las venezolanas se han normalizado las distintas formas de violencia, incluido el sexo por supervivencia. Es por esto que la trata de mujeres venezolanas es una de las principales preocupaciones denunciadas, reiteradamente, por las organizaciones feministas.

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