“Cuando el niño nace se presenta la situación de apatridia. Uno diría que el niño sería venezolano. Pero el punto es que los padres no van a volver a Venezuela para registrarlos, y aparte los temas de documentación allá están siendo muy complicados. El Consulado venezolano no ha sido muy diligente en dar respuesta a todos los requerimientos que yo creo que deben tener”, explica Sandra Perdomo, de Manos por Venezuela.