Lideres sociales señalaron que aunque el reclutamiento de menores de edad no es nuevo en el conflicto colombiano, sí ha crecido últimamente.
En medio de esa especie de pesca milagrosa, la mayor vulnerabilidad corre por cuenta de menores de nacionalidad venezolana, que han terminado en Colombia, consecuencia de la profunda migración.
De acuerdo con un experto en temas fronterizos, quien pidió reserva de su nombre por seguridad, el reclutamiento de menores y adultos venezolanos se viene presentando desde hace algún tiempo, primero directamente en Venezuela y luego en Colombia, con población migrante.
Sin embargo, explicó que ya hace un tiempo, había un bloque de las disidencias de las Farc establecido en el alto Apure venezolano, antes de que el Ejército de ese país se aliara con el Eln para sacarlo de la zona, “desde entonces ya hacían reclutamiento de hombres venezolanos”, explicó el investigador.
Asimismo, detalló que otro de los bloques, establecido en las cercanías del Amazonas, se encargaba de captar a los jóvenes que se iban a trabajar en las minas.
Las probabilidades de que la situación empeore son muy altas, sobre todo porque los programas sociales de transformación, prometidos para el Catatumbo, no terminan de arrancar.
En este contexto, siguen quedando en medio y con altos riesgos los niños y adolescentes como la población más vulnerable.