La Parada es una zona comercial ubicada a escasos metros del puente internacional Simón Bolívar. Su proximidad con el tramo binacional la convierte en un punto de gran interés para el venezolano por sus casas de cambio y variedad de comercios.
Además, el 95% de los vendedores informales está conformado por venezolanos que migraron a la localidad del país cafetalero, y por otro grupo que cruza a diario el paso formal para hacer vida laboral allí, ya sea como mototaxistas o vendedor de cualquier producto.
En sí, el gran movimiento del barrio lo dan lo venezolanos. Por esta razón, las medidas o sucesos que se registren en La Parada van a afectar directamente al venezolano que la frecuentan.
Con el más reciente lanzamiento de un artefacto explosivo, el pasado lunes 16 de septiembre, los tres únicos heridos que arrojó la explosión son venezolanos.
Tras las acciones violentas de los últimos días, las autoridades decidieron despejar los espacios públicos de vendedores informales, en su mayoría venezolanos que se rebuscan con sus tarantines.
«Yo vendo refresco y café», indicó Nidia, venezolana con más de tres años en La Parada. «Rogamos a Dios todos los días para que nos permitan regresar pronto a nuestros puntos. Pagamos justos por pecadores», lamentó.
En la actualidad, La Parada registra fuerte movimiento de funcionarios de la Policía de Colombia y de tránsito de Villa del Rosario.