Gustavo Petro ha ordenado la suspensión inmediata del alto el fuego con el Clan del Golfo después de que se haya registrado un ataque contra la policía. “No permitiremos que sigan sembrando zozobra y terror en las comunidades”, escribió el presidente de Colombia en su cuenta de Twitter. El Gobierno cree que este grupo armado ha continuado dedicándose al negocio ilegal del oro y al tráfico de cocaína, y que está detrás de un violento paro minero en el Bajo Cauca antioqueño, una región en el noreste de Colombia. El anuncio del presidente supone la primera ruptura con una de las organizaciones criminales que se había acogido a la paz total, el empeño de Petro de negociar o someter de forma simultánea a todos los grupos armados del país. Vislumbraba una nación en paz después de décadas de violencia. El mandatario ha sido tajante: “A partir de ahora no hay cese al fuego con el Clan del Golfo. La fuerza pública debe actuar de inmediato contra las estructuras de esta organización mafiosa”.