Las que hasta hace poco eran denominadas trochas ilegales por la institucionalidad y la Fuerza Pública; objeto de destrucción por su favorecimiento en el tránsito de contrabando de toda índole, se han convertido en el paso de colombianos y venezolanos, a la vista y permiso de las autoridades. Si bien el Gobierno Nacional asegura que siguen siendo pasos irregulares, explica que se trata de una circunstancia humanitaria dadas las condiciones de la frontera.