Dada la crisis económica, la inseguridad, la escasez de medicamentos y la casi nula prestación de servicios básicos, muchos venezolanos, padres y madres de familia, se han ido de casa en la búsqueda de mayor calidad de vida. Además, de un futuro más próspero para los hijos que deben dejan en la madre patria mientras ellos se hacen camino en nuevas sociedades. Sin embargo, el marco legal de esta separación y las condiciones en las que se produce muchas veces no están claros, lo que podría devenir en mayores consecuencias negativas para los más vulnerables de esta clase de ruptura: los niños y adolescentes.