Cuando llueve, como sucedió este miércoles, el grupo de retornados y algunos migrantes internos que pernoctan en la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira, corre a resguardarse debajo del techo más cercano para no perder de vista sus pertenencias: costales y maletas. La mayoría ya arribó a su octavo día en una espera que ya no saben ni cómo calificar. “Pido a las autoridades que hagan presencia o que nos manden para nuestros estados”, clamó Arelis Madera al tiempo que conminó a que atiendan a los niños que integran el extenso grupo. Madera indicó que siguen llegando retornados que, como ella, se atrevieron a atravesar un camino verde para arribar a su país. “Ya somos casi 300”. “Estamos pasando mucho trabajo. Hay mucho sol y llueve”, aseveró quien duró cerca de 15 días durmiendo en La Parada y, en vista de que no lograba pasar por el puente, decidió cruzar por la trocha.