En medio de la crisis económica y humanitaria del país, las mujeres cargan con gran parte de la crianza cuando la crisis agudiza el desafío de cuidar a una familia. Venezuela inicia su octavo año de crisis económica y, mientras tanto, un drama profundamente personal sucede en los hogares: a millones de mujeres ya no les alcanza para los anticonceptivos, lo que las obliga a tener embarazos insostenibles en un momento en el que a duras penas logran alimentar a los hijos que ya tienen. En Caracas, la capital, un paquete de tres preservativos cuesta 4,40 dólares: el triple del salario mínimo de Venezuela, que es de 1,50 aproximadamente. La píldora anticonceptiva cuesta el doble de eso, alrededor de 11 dólares al mes, mientras que un dispositivo intrauterino (DIU) puede llegar a costar 40 dólares, más de 25 veces el salario mínimo. Y eso no incluye los honorarios del médico que tiene que implantarlo.