Las autoridades de migración de Panamá informaron que hasta el 31 de julio unos 248.901 migrantes habían cruzado la jungla del Darién, en la frontera con Colombia, con rumbo a Norteamérica, lo que ya supera ligeramente las cifras históricas registradas el año pasado y pese a los esfuerzos de algunos países por desalentar ese peligroso flujo irregular. El 21% de esos cruces lo hicieron niños y adolescentes, indicó el lunes a medios locales la subdirectora del Servicio Nacional de Migración, María Isabel Saravia, al referirse al inicio de un programa que busca otorgar permiso temporal de protección a extranjeros que llevan viviendo de forma irregular en Panamá en un periodo no menor de un año. El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, ratificó a The Associated Press en un mensaje de WhatsApp que ya se habían rebasado las cifras del año pasado.