La frontera colombo-venezolana no escapa al drama que enfrentan las escuelas en los municipios Bolívar y Pedro María Ureña. Decenas de niños, algunos con doble nacionalidad y otros con su mera cédula venezolana, abandonaron las instituciones educativas en la nación del oro negro, persiguiendo una calidad que en su país no palpaban. En horas de la mañana y mediodía, cerca de 2.000 niños suelen cruzar el puente internacional Simón Bolívar para acudir a las aulas en Colombia. Del lado neogranadino, el servicio de transporte escolar gratuito los espera y traslada hasta las diversas instituciones, la mayoría ubicadas en el municipio Villa del Rosario.