Hay aproximadamente 1.100 niños venezolanos que están en fundaciones, en hogares sustitutos o bajo supervisión del ICBF. Existe un limbo por las condiciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela. Los niños están cruzando la frontera y muchos son abandonados o viven en condiciones bajo pobreza extrema, donde hay mucha violencia intrafamiliar. Colombia es un país que respeta sus derechos y al encontrarlos en estas condiciones entran al sistema de protección. Muchos de ellos no pueden ser restituidos a sus familias. Pero, como no hay relaciones entre ambos países, tampoco se puede buscar a la familia extensa de este niño en Venezuela o decidir la situación legal en Colombia porque son extranjeros.