Calles sin tapas de alcantarillado, algunas con acumulación de basura, presencia de animales carroñeros y gran parte de las grandes fábricas paralizadas, así luce en la actualidad la reconocida zona industrial de Ureña que en otrora significaba una de las principales fuentes de empleo del eje fronterizo San Antonio- Ureña, en el estado Táchira (Venezuela), que además captaba la mano de obra calificada de colombianos. Ante la apertura del comercio internacional entre los dos países se aspiraba a la reactivación de esta zona, que dispone de 304 parcelas, pero aún no ha arrancado y se encuentra en franco deterioro, una de las razones por las cuales nadie quiere invertir, hasta no tener una garantía óptima de crecimiento económico y seguridad en el área. John Carrillo, alcalde del municipio Pedro María Ureña, informó que este parque industrial opera entre el 15 y 10% de su capacidad instalada, por lo que en los últimos años la municipalidad pasó de tener 8.000 contribuyentes a 350. Puntualizó que esto se debe a varias variables como la seguridad, el ingreso de materias primas y salidas de productos terminados.

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