De la San Antonio del Táchira comercial, exportadora, textilera y marroquinera, poco o nada queda ya. La ciudad se ha convertido en el corredor de los inmigrantes hacia Colombia y fue forzada a reinventar su economía en torno a este fenómeno. Según cifras de la Cámara de Comercio de esta localidad tachirense, el cierre de frontera que impera desde agosto de 2015 llevó al colapso económico a la región y generó la parálisis total del sector aduanero y del 95 % de la industria.