La guerra del Catatumbo no solo ha desolado caseríos y escuelas de esta subregión de Norte de Santander, también se ha escabullido en las instituciones de salud de Tibú, cuyo personal ha optado en ocasiones por salir del territorio y huir de la violencia. Estos cargos públicos, que contemplan un salario entre $6’700.000 y $7’200.000, se han vuelto atractivos para la población venezolana con formación profesional, que llega al país en busca de mejores condiciones de vida.
Este es el caso de los nueve galenos extranjeros que sin importar el clima de hostilidad y el riesgo de trabajar en medio del fuego cruzado, conforman la mitad del equipo médico del Hospital Regional Norte de Tibú, integrado por 18 doctores.