Casi 44,000 venezolanos han llegado a la región fronteriza de Arauca-Colombia, en los últimos años. Aunque encuentran lo que necesitan para sobrevivir allí, muchos enfrentan situaciones precarias que no se están abordando adecuadamente. «Esta es una emergencia debido a la gran cantidad de personas que cruzan la frontera en busca de alimentos, atención médica, un lugar para dormir y una escuela para sus hijos», dice Sebastián García, coordinador del proyecto de MSF en Arauca. «Colombia ha dado un buen ejemplo en todo el continente debido a su apertura para recibir a estas personas, pero en realidad, hay una falta de capacidad para responder a una situación de esta magnitud».