En medio de la pandemia del nuevo coronavirus el flujo migratorio de venezolanos se invirtió por primera vez en cuatro años. El fenómeno, que empieza a mitigarse, ocasionó un incremento de las necesidades de atención de todo tipo en estados fronterizos. Esta tarea ha requerido la participación de asociaciones civiles, como Médicos Sin Fronteras (MSF). Durante el último semestre la ONG ha colaborado con la mejora del acceso al agua y condiciones de higiene en albergues temporales. El trabajo de la ONG ha beneficiado a 9.350 retornados hasta la fecha, solo en el estado Táchira. Esta cifra representa 10% del total de 90.000 venezolanos que regresaron al país, hasta julio, según reportes de Migración Colombia. El abordaje ha incluido a personas de todas edades. La mayoría de los atendidos viajan con sus familias. Todos se vieron forzados a retornar, como consecuencia de las restricciones impuestas en los países de acogida para contener el avance del coronavirus.