Las agencias sanitarias y de migración del sistema de la ONU trabajarán de manera conjunta en los países latinoamericanos y caribeños para ampliar las operaciones de asistencia en la esfera de la salud durante la pandemia de COVID-19 entre 70 millones de personas que han salido de su país en busca de una vida mejor y que a menudo sufren grandes privaciones. En el continente americano hay más de 70 millones de migrantes que encaran grandes retos de falta de acceso a servicios básicos como agua y saneamiento y salud. Esta carencia los coloca en una situación especialmente vulnerable en la emergencia sanitaria actual. Para ayudar a estas poblaciones a protegerse del contagio del COVID-19 por medio del suministro de ayuda vital, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), firmaron este viernes un acuerdo de cooperación en una ceremonia virtual en la que participaron los titulares de ambos organismos de la ONU.