Nicolás Maduro y Gustavo Petro, en un esfuerzo por mantener viva una relación que ha dado crédito internacional al primero y uno de los mayores logros de su Gobierno al segundo, se reunieron este sábado en Caracas por quinta vez en el último año. Los presidentes, en una rueda de prensa conjunta que ofrecieron al acabar el encuentro en el Palacio de Miraflores, hablaron de llevar a cabo un plan de integración energética de doble vía que favorezca a los dos países. “Es muy probable que Ecopetrol se vuelva socia de PDVSA en explotación de campos de gas en Venezuela y de campos de petróleo”, explicó Petro. El presidente colombiano, unos instantes antes, había justificado la decisión: “Traeremos de Venezuela energías que aún subsisten y materias primas para hacer más barata la gasolina colombiana y para sustentar la transición de las energías limpias a través del gas”. Petro ha planteado desde que llegó al poder una transición energética acelerada para descarbonizar su economía, pero con el tiempo ha matizado que esta se hará de manera paulatina y ordenada. La economía venezolana, por su parte, depende en gran medida de los ingresos del petróleo, sobre todo ahora que ha recibido de Estados Unidos una licencia para que PDVSA pueda operar al margen de las sanciones internacionales.