Todos los días, como las hormigas, llegan las personas, una detrás de la otra, a las recuperadoras de La Parada, departamento Norte de Santander a vender material estratégico y chatarra. Llevan cobre, aluminio, bronce, papel, chatarra, y mucho “mugre”, materiales por los cuales recibirán pesos en efectivo, aprovechados para comprar comida o medicamentos. Es la realidad de la crisis económica que se vive en tiempos de revolución de Nicolás Maduro que obliga a las personas, en su mayoría humildes, de bajos ingresos, a buscar metales entre la basura, para luego seleccionar, clasificar y llevar a La Parada a venderlos.