El ruido de las maletas rodantes, empujadas por viajeros que van al sur del continente, rompe el tímido silencio sobre el puente internacional Simón Bolívar, límite fronterizo de Venezuela con Colombia, por el estado Táchira. Viajar por tierra implica varios riesgos a los cuales los venezolanos no se habían acostumbrado, pero ahora les ha tocado enfrentarlos si deseen llegar a algún país de Suramérica, ya sea para huir para siempre o retornar luego e invertir en Venezuela.