Todo el que tenga en Norte de Santander un vehículo con matrícula venezolana, debe internarlo. Es decir, pagar un gravamen especial y registrarlo ante los municipios. Así lo dice el decreto 2229, que contempla condiciones, términos y requisitos para autorizar el proceso que deben cumplir los residentes en las Unidades Especiales de Desarrollo Fronterizo (Uedf).