La escasez de combustible que afecta al estado Táchira y otras entidades de Venezuela en los últimos días, ha reforzado un incipiente negocio que se abre paso en medio de las restricciones para surtir combustible en este estado fronterizo venezolano, donde la gasolina subsidiada por el gobierno, se comercializa en pesos colombianos a un mercado de clientes cada vez más creciente y más necesitado.