Durante una década, la fundación Vida Jurídica ha sido un faro de esperanza y acción en la lucha contra la violencia basada en género, tanto en Venezuela como más allá de sus fronteras con una trayectoria marcada por la promoción de legislaciones protectoras, proyectos de empoderamiento y la formación de actores clave en seguridad y justicia.
Consolidada como un referente en la defensa de los derechos humanos de las mujeres en el Zulia, la presidenta de esta organización, Diyuly Chourio, explicó que la violencia contra las mujeres no es un tema exclusivo del 8 de marzo o el 25 de noviembre, sino un trabajo constante.
Además, recalcó la necesidad de fortalecer la educación y la prevención para evitar que los casos escalen a hechos de violencia.
Frente a la preocupante reproducción de patrones de violencia de género influenciados por entornos familiares, la abogada comentó que las conductas violentas se replican si las personas eligen permanecer enganchadas en ese tipo de comportamientos.
No obstante, aunque la cultura y el entorno familiar ejerzan una fuerte influencia, la capacidad de aprender y modificar comportamientos existe. La formación y la prevención son vías esenciales para empoderar a las personas a tomar decisiones conscientes y a desaprender patrones dañinos.