La historia de miles de wayuu venezolanos que diariamente cruzan la frontera para ingresar a Colombia, huyendo de una crisis que los azota hasta la muerte. El hambre y la enfermedad son sus verdugos, sus cuerpos son una radiografía viva que expone severos cuadros de desnutrición, como el caso de Yuli, su esposo Andy y sus dos niños quienes, apenas recuperaron el aliento, caminaron varias cuadras hasta la entrada del Centro de Atención al Migrante y Refugiado de la Pastoral Social en Maicao.