Más de una década permaneció en deplorables condiciones el puente internacional Francisco de Paula Santander, uno de los tres pasos oficiales que existen en la frontera colombo-venezolana. Quienes arribaron al país por ese paso formal en los últimos diez años siempre se encontraron con un puente en avanzado estado de deterioro. En la tarea de devolverle el brillo y cambiarle la cara estuvo al frente la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres, y fueron sus propios empleados, incluido el secretario Félix Muñoz, quienes con brocha en mano tardaron una semana alcanzar el objetivo.