Frente a la movilidad humana, los jóvenes de la frontera por el Alto Apure promueven la hospitalidad. Ellos están convencidos de que todos tenemos algo bueno que ofrecer a los desplazados y migrantes que pasan por Guasdualito y Arauca. Cada día que pasa más familias llegan a Guasdualito y Arauca, que se convirtieron en zonas receptoras de desplazados y migrantes venezolanos. Para ellos, los jóvenes de la frontera aplican estrategias para ofrecer su hospitalidad y ayudarlos a pasarla mejor.