Marta Leal y Yasmín García, viven vía Bramón, en el municipio Junín y juntas recorren de lunes a viernes, el trayecto hasta La Parada, donde se encuentra la sede del programa “Soy Satura”, a través del cual se brinda atención a 200 niños venezolanos, que cada día pasan el puente internacional “Simón Bolívar”, para recibir clases en Colombia. Asentada en Medellín, la Fundación Satura Colombia, extiende su acción bienhechora hasta sus hermanos más vulnerables, desplazados por las circunstancias. Un ejemplo que el amor al prójimo no tiene fronteras, ni existen líneas divisorias cuando se quiere hacer el bien.