Aunque el dominio del Ejército de Liberación Nacional (Eln) en el área metropolitana de Cúcuta y el resto del departamento, es superior al de Los Pelusos y Los Rastrojos, así como al de la disidencia del frente 33 de las Farc, las autoridades mantienen una ofensiva con el objetivo de contrarrestar los ejes delictivos de estas organizaciones armadas ilegales. A diario, uniformados del Ejército y de la Policía redoblan esfuerzos para combatir el narcotráfico, la extorsión, los secuestros y asesinatos a los que la población civil es sometida por estos grupos ilegales que a lo largo de la historia han afectado la seguridad de los nortesantandereanos.