Expertos en la materia indican que una cantidad de migrantes sí están regresando a Venezuela, pero no es proporcional con la salida En el 2020, los flujos migratorios de venezolanos comenzaron a cambiar de dirección, ya no solo van hacia los países del sur, sino que comenzaron a abrirse otras trayectorias como hacia Norte América, por caminos altamente riesgosos a través de 5000 kilómetros del Tapón del Darién, bajo una situación complicada en un territorio plagado de bandas criminales como el Cartel del Golfo, en el que además quedan expuestos a organizaciones de dedicadas a la trata de personas y explotación sexual. Grupos de familias enteros con incluso niños se están encaminando por la feroz selva que se ubica entre Colombia y Panamá, y si salen con vida de allí, continúan la ruta atravesando toda Centroamérica hasta llegar a los Estados Unidos.