La crisis de la migración venezolana a Colombia ya lleva más de dos años y muchos problemas. Aunque en el imaginario popular los venezolanos se han convertido en delincuentes o en gente que quita los trabajos, tal situación no es exacta. Es cierto que miles de ciudadanos del vecino país llegan a trabajar a Bogotá en lo que puedan. Pero también es cierto que muchos colombianos los rechazan de formas cada vez más crueles. Es lo que ocurre con muchas familias venezolanas que han perdido la posibilidad de vivir en arriendo.