Los controles en La Parada (Villa del Rosario), se extremaron. Nadie sale de sus casas solo en aquellas excepciones establecidas en el decreto presidencial: compra de alimentos, asuntos médicos o trabajos incluídos dentro de las excepciones. La medida de reforzar la presencia policial y militar obedece a que los residentes de este sector fronterioa no estaban cumpliendo las medidas de aislamiento preventivo obligatorio establecidas por el Gobierno Nacional.
La antigua vía La Parada (calle 7A), donde tradicionalmente están los establecimientos comerciales tanto formales como informales, quedó despejada por completo. El Ejército Nacional dispuso de 400 hombres y la Policía Metropolitana de otros 300 para lograr tener el control de la zona limítrofe.