En el estado Táchira, donde circulan tres monedas, el peso colombiano en más del 90%, dólares y bolívares que reciben trabajadores de la administración pública y de algunas empresas privadas, los comerciantes se las ingenian para burlar la tasa que fija el Banco Central de Venezuela (BVC) con relación a la tasa de cambio del dólar estadounidense y la moneda nacional. En vista de que el Banco Central de Venezuela no tiene un precio de la tasa de cambio con relación al peso / bolívar, los comerciantes han optado por fijar los precios en pesos colombianos, a fin de sacar ventaja cuando las personas pagan en bolívares. Lo cierto es que si un kilo de carne que cuesta $25.000, en dólares, tendría un precio de 6.25 $, a la tasa de 4.000 pesos por cada dólar. Los comerciantes colocan el precio de la tasa de cambio que quieren sin control del Estado.