En la ciudad de Bucaramanga, a diario desalojan entre 20 y 25 familias venezolanas de habitaciones arrendadas. Un aproximado de 100 migrantes queda a la deriva con pocas posibilidades de pagar un techo, debido a que en su mayoría son personas que vivían de la economía informal, según informó Alba Pereira, presidenta de la Fundación Entre Dos Tierras. “Estos desalojados se suma a otros grupos de personas que sacan de sus casas en otras ciudades. Bucaramanga se está llenando de migrantes en sus predios”, dijo Pereira, titular de la fundación que desde el año 2014 atiende población venezolana con ropa, comida y medicinas. “Hay más de 500 ciudadanos venezolanos a la deriva en la ciudad, sin un sitio dónde pasar la noche”, denunció.