Si quisiéramos medir con cifras la magnitud de la obra del padre José David Cañas, quien desde el año pasado ha dedicado la mayor parte de su tiempo a alimentar a los venezolanos que malviven en la frontera entre Colombia y Venezuela, se podría decir que numéricamente le ha dado al menos una porción de arroz, papa, carne, lentejas, o lo que haya la despensa, a todos los ciudadanos del vecino país que han llegado a nuestro territorio desde 2017.