Precisamente el informe ‘Lesiones fatales ciudadanos venezolanos’ documenta que, hasta noviembre de 2021, en la Costa Caribe habían fallecido 309 migrantes de forma violenta; es decir, por homicidios (en todas sus modalidades), accidentes de tránsito, muerte violenta “por otras causas” y suicidio. La cifra representa un aumento con relación a los 272 casos que ocurrieron durante todo el 2020. Departamentos como Atlántico y Sucre tuvieron un repunte considerable de las muertes. La situación deja en evidencia que la población refugiada y migrante venezolana que hace vida en Colombia se ve expuesta a una doble afectación: altos niveles de pobreza e inseguridad en los territorios, este último factor relacionado, muchas veces, con el desconocimiento de las dinámicas de conflicto armado interno y crimen organizado.