La frontera de Venezuela con Colombia, en la región del Alto Apure, es una zona de guerra. La violencia se recrudece cuando se cumple una semana de combates entre militares de la Fuerza Armada Bolivariana y grupos irregulares colombianos, compuestos de presuntos integrantes de las disidencias de la ex guerrilla de las FARC. Desde Colombia, vecinos desplazados de pueblos fronterizos como La Victoria y El Ripial han denunciado robos en viviendas por parte de funcionarios de seguridad y el ajusticiamiento de cuatro miembros de una familia de campesinos. En videos que han circulado por redes estos días se observan aviones de combate sobrevolando la zona, despliegue de vehículos militares e instalaciones destruidas por explosiones. El Gobierno de Nicolás Maduro critica “el abandono” del Estado colombiano en la frontera.