La Parada pasó de ser un barrio de 2.500 habitantes a uno de casi 38.000 que a diario convergen en él, convirtiendo en un caos sus calles, andenes, servicios públicos, seguridad, transporte y, por supuesto, la convivencia. Según los números que maneja la Alcaldía de Villa del Rosario, unos 3.000 comerciantes informales convergen en el sector: el 80% por ciento son venezolanos, y los restantes, colombianos. En dos oportunidades, este año, la Secretaría de Gobierno con la Policía Nacional hizo desalojos, pero más tardaron en sacarlos que volvieran a ocupar los mismos espacios públicos del barrio.