Los refugios habilitados por la Acnur para los indígenas venezolanos migrantes ya se han quedado pequeños ante la ola de personas que cada día arriba desde Venezuela, huyendo de la crisis. Todos llegan a Brasil por las denominadas “trochas”. La migración desde Venezuela hacia Brasil ha incrementado en enero, como lo ha documentado Tanetanae.com. El que fuera el principal destino para los deltanos, Trinidad y Tobago, ya ha dejado de serlo. Los refugios en las ciudades fronterizas de Brasil están copados sobre todo de aborígenes, por ser considerados como los más vulnerables, pero no son los únicos que viven a la intemperie. Los no indígenas duermen en los espacios públicos de ciudades como Pacaraima y Manaos. Otros se han adentrado al país en busca de más oportunidades de trabajo.